--------------------------------------------------------------------
En Tokio.
Me llamo
Mikasa y tengo 17 años. Hace unos meses mi novio Levi y yo íbamos a hacer 2
años juntos. Por nuestro aniversario mi novio me regalo un viaje a Tokio. Desde
pequeñita mi mayor sueño era ir a Tokio, me parecía una ciudad tremendamente
grande, donde todos tus sueños y deseos se podían hacer realidad. Tenía mi
habitación llena de fotos de la ciudad, todas las mañanas me levantaba y las
miraba deseando poder ir allí, mi novio hizo mi mayor sueño realidad.
Nosotros
somos de un pequeño pueblo en la otra punta de Japón, por lo tanto para que el
viaje no se nos hiciese tan pesado, Levi compro un billete de avión. Recuerdo que cuando nos subimos al avión yo
estaba súper nerviosa y asustada, porque no había volado en mi vida y mi novio
me tuvo que agarrar fuertemente de la mano y tuvo que susurrarme palabras
tranquilizadoras para que me calmase. Cuando llegamos a Tokio, tuvimos que
pedir un taxi para ir al hotel donde íbamos a pasar toda la semana. Cuando
pasábamos por las calles de la ciudad me quedaba observando asombrada los
rascacielos y los grandes pisos de la ciudad nunca llegue a pensar que fuesen
tan altos. Nada más llegar a nuestra habitación en el hotel cenamos y nos
fuimos a la cama, al día siguiente nos esperaba un gran día recuerdo que no
podía dormir de lo nerviosa que estaba.
Al día
siguiente por la mañana decidimos visitar museos o lugares históricos de la
ciudad, no es algo que me gustase mucho pero lo hice por mi novio que a él si
le hacía ilusión y no le iba a hacer el feo de no querer ir ya que él me pago
el viaje. Cuando terminamos mi novio decidió llevarme al mejor restaurante de
Tokio cada vez que lo recuerdo me derrito, ¡mi novio es amor no lo cambiaría
por nada del mundo!
Nada más
terminar la comida, fuimos por el centro de Tokio y bueno ya que estábamos allí
decidimos hacer unas compritas. Era media tarde, creo tampoco es que lo
recuerde muy bien cuando vimos a los… ¡Black Stones!
Era la banda
favorita de punk – rock de mi novio y mía. Era una de las muchas cosas que nos
unió como pareja, esa banda hizo que también nos hiciésemos amigos. Cuando
tenía 15 años los Black Stones debutaron como grupo, yo los conocía de antes y
cuando me entere que sacaron un disco corrí a la disquería de mi pueblo a
comprarlo. Solo quedaba uno, cuando lo iba a coger mi mano rozo con la de Levi.
Los dos lo queríamos así que tomamos la decisión de comprarlo a medias y
compartirlo, desde ahí comenzamos a hacernos amigos y a enamorarnos poco a poco
el uno del otro, hasta que el me pidió salir al año siguiente.
Nada más ver
a los Black Stones grite y corrí hacia ellos como una loca. Levi siempre que se
acuerda de eso me hecha la bronca por que se asustó mucho, cuando cruce la carretera
pasaban muchos coches y el temía que me atropellase uno, aunque él también se
arriesgó a que le pasase eso ya que corrió detrás de mío. Llegamos jadeantes
delante de ellos y lo único que pude acertar a decir fue:
- ¡Sois
geniales! ¡A mí y a mi novio nos encantáis! ¿Cuándo sacareis vuestro próximo
álbum? – mientras decía aquellas cosas hice unos movimientos muy exagerados con
los brazos. Me pregunto que llegaría a pensar de mí.
Ella cuando
me oyó decir esas cosas (mejor dicho esas tonterías) empezó a reírse. Muchas
veces su risa resuena en mi cabeza, para mi es la risa más bonita que he
escuchado jamás.
- Pues aún
no lo sabemos, pero estamos en ello. Estamos aun componiendo canciones. –me
contesto Yasu, el batería.
- Joder
ojala llevásemos nuestros CDs encima para que nos los pudieseis firmar.
–comento Levi con cara de fastidio y pasándose la mano por el pelo.- Es que
nosotros somos muy fans vuestros.
- Bueno,
pues mañana quedamos sobre… - nos dijo Nana, la cantante de grupo- ¿A qué hora
os viene bien chicos? –miro a los de su banda.
- Pues…, a
las cuatro nos viene bien a todos, - le contesto Shin, el bajista- ¿verdad?
- ¡Sí!
-Bien. Pues
a las cuatro en esta zona. Quedamos para tomar café juntos y os firmamos los
CDs.
Nosotros
asentimos con una gran sonrisa dibujada en nuestros rostros y nos despedimos de
ellos con la mano.
Estuve el
resto del día emocionada y por la noche no dormí casi nada, no podía creerme y
todavía sigo sin creérmelo aunque eso ya paso, ¡que iba a quedar con los de
Black Stones y nos iban a firmar nuestros CDs!
Bueno, pues
al día siguiente quedamos donde dijimos con los de Black Stones. Cuando
llegamos no nos lo podíamos creer, ellos ya estaban allí esperándonos. Cuando
nos colocamos enfrente de ellos, Nana nos dio un fuerte abrazo y Nobu (el
guitarrista) también, junto a ellos estaba una chica de pelo castaño muy
sonriente. Aquella chica se llamaba Nana como la cantante, pero ellos
cariñosamente la llamaban Hachiko, aunque a ella no le gustase que le llamasen
así. Cuando llegamos a la cafetería nos firmaron los CDs con una gran sonrisa.
Estuvimos toda la tarde con ellos, ha de decir que son unas personas estupendas
y cariñosas pero las que más Nana y Hachiko. Antes de irnos al hotel
intercambiamos nuestros números de teléfono, muchas veces miro aún la agenda de
mi teléfono para ver si tengo sus números, yo sigo pensando que es un sueño
pero es tan real… Nada más llegar al hotel mi novio recibió una llamada de su
padre diciendo que su madre estaba a punto de parir y que al día siguiente
volviese al pueblo.
La verdad es
que me dio mucha pena que nos fuésemos tan pronto de allí. Aunque fueron unas
vacaciones muy cortas, fueron las mejores de toda mi vida y nunca las olvidare,
jamás de los jamases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario